La última reforma del sistema de pensiones modificó sustancialmente la situación con respecto a nuestra jubilación. De hecho, conlleva cambios muy notables que implican que la mayoría de los españoles no sepamos realmente como nos afecta.

  • La Normativa

    La norma fue aprobada definitivamente en agosto de 2011, entrando en vigor algunas de sus disposiciones ese mismo mes y otras en enero de 2012, si bien la puesta en marcha del grueso de la reforma, como la subida de la edad de jubilación, se estableció en el 1 de enero de 2013.

    La norma retrasa progresivamente la edad de retiro de los trabajadores españoles hasta los 67 años en 2027. Así, quienes quieran jubilarse a lo largo del año próximo con el 100% de la pensión que les pudiera corresponder, deberán tener ya cumplidos los 65 años y cinco meses. Hasta 2018, la edad de jubilación se incrementará un mes por cada ejercicio, para a partir de esa fecha aumentar en dos meses cada año hasta 2027.

Evidentemente, retrasar la edad jubilación tiene sus ventajas para el sistema público. Por un lado, permite disponer de más población activa que, por un lado, financie las pensiones, y por otro, retrasar el cobro de la pensión. Es decir, si un trabajador sigue activo hasta los 67 años, son dos años más que sigue aportando, pero no consumiendo pensiones con respecto a la situación precedente.

Con la implantación de la reforma surgen muchas cuestiones que difícilmente tienen respuesta para el ciudadano medio salvo que sea un experto. Preguntas tales como:

  • ¿A qué edad me puedo jubilar?
  • ¿Cuánto voy a cobrar de pensión de jubilación?
  • ¿Cómo me afectará el factor de sostenibilidad?
  • ¿Cuánto tiempo tendré que trabajar para cobrar la pensión mínima?
  • ¿Cuánto tiempo tendré que cotizar para cobrar la pensión completa?
  • ¿Cómo afecta la reforma a las pensiones de viudedad y orfandad?

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